Juan Perro. El Viaje

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ATENCIÓN: spoilers, soul y R&B con toques caribeños

JuanPerro

¿Conoces o has oído hablar de la Movida Madrileña de los ’80? ¿Te gustó Radio Futura? ¿Coreaste Escuela de Calor?

¿Eres de los que piensa que lo peor que pudo hacer este grupo fue evolucionar hacia los sonidos caribeños?

Pues entonces… depende.

A pesar de que Santiago Auserón (Juan Perro) ha publicado en solitario más de 8 trabajos, su trayectoria vital sigue vinculada, así de ingrato, conservador e inmovilista somos su público, a su etapa de Radio Futura.

Ya se ha comentado que este grupo fue dando en sus últimos tiempos y hasta su disolución pinceladas cubanas y jamaicanas a su estilo, y Juan Perro ha continuado en solitario por ese camino. Con El Viaje, sin embargo, se decanta por un sonido más íntimo y ligado a la música negra del sur de Estados Unidos.

Al final todo dependerá de lo que le importe a cada cual abrirse a nuevos sonidos o propuestas arriesgadas, pero con El Viaje no esperes exclusivamente son cubano. Juan Perro / Santiago Auserón anda experimentando con el R&B y el soul, como ya anticipaba en su anterior trabajo La Zarabanda, del que ha extraído bastantes temas para esta gira, pero montando un espectáculo más… personal, sin grandes parafernalias orquestales. En el escenario sólo verás a tres personas. Pero no te equivoques, lo llenan.

Juan Perro introduce con un relato cada canción que va a interpretar, lo que no sólo las contextualiza, sino que le dan al concierto un aroma más cercano y ameno. Se inventa conversaciones con Louis Armstrong en una Nueva Orleans amenazada por negros nubarrones, discusiones con las musas o encuentros con unos revolucionarios rusos bastante peligrosos. Explica detalles sobre ritmos afrocubanos introduciéndolos como el resultado de una somnolienta investigación en una biblioteca, y el hallazgo casual de un libro sobre infiernos o diablos… que arrancan más de una sonrisa.

Así que las canciones fueron principalmente íntimas y con giros lentos de jazz/soul. Al final (algo más de dos horas de concierto), fue adquiriendo ese ritmo cubano que muchos echábamos de menos, e interpretó un par de canciones que nos hicieron seguirle con las palmas. Señalar, como joya especial de su último trabajo, A morir amores.

Terminó, tras una ovación y el retorno al escenario, con la genial Semilla Negra. Y sí, la coreamos todos, todos.

Lo mejor: Frescura. Los solos de los músicos acompañantes.
Lo peor: No apto para almas nostálgicas

Escala Palomitera: 4 sobre 5

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